Tras terminar la semana me asombro de la diferencia entre la primera y esta, y es que por motivos laborales y de coordinación del centro, solo he podido asistir dos tardes aunque han sido bastante intentas.
En la primera de ellas pasé por la fase de realizar trabajos en la sala de profesores, a explicar una práctica sobre cómo realizar una analítica de orina para acabar en una reunión de consejo escolar.
Sobre esto último puedo decir que me quedé asombrada de todo el peso que tiene que soportar un secretario con las cuentas, además de la carga lectiva que tiene asignada, yo dudo de si sería capaz. Fue en el consejo escolar, donde me di cuenta de que la teoría supera a la práctica; cuando me imaginaba una situación en la que los padres protestarían o contrarían más las decisiones que se toman, todo resultó ser pacífico y en una hora se trataron varios temas importantes como la aprobación de las cuentas y las obras de ampliación del centro.
En la segunda de las tardes además de la asistencia a las clases de teoría tanto de técnicas básicas de enfermería como de bioestadística en el ciclo de dietética, también tuve la oportunidad de acceder a varios documentos que se encuentran en secretaría (PEC, PGA, RRI...). Además de ello pudimos tener un momento para charlar con el director, quien me pareció alguien con una extrema templanza, necesaria para el puesto que ocupa. Además de contarnos el funcionamiento del centro y hablarnos de los programas que tienen y concretamente de la FP, nos dio consejos de cara a ponernos delante de una clase de chavales en los que la adolescencia puede seguir bastante presente. Fueron notorios los 18 años de experiencia en el cargo como director.
A este encuentro con el director acudieron la vicedirectora y la orientadora con la que próximamente tendremos una reunión para poder hablar del plan de acción tutorial y de todas las acciones que desarrolla en el centro.
La verdad es que ha sido una semana corta pero intensa y en la que sigo pensando que hay una falta de motivación en un alumnado que en uno o dos años puede estar frente a pacientes con necesidades como por ejemplo que el profesional que tienen delante se entregue en cuerpo y alma. Supongo que cuando empiecen con la parte práctica podrán acercarse más a la realidad que les espera, pero mientras tanto, creo que no son conscientes de lo que supone para un docente que un alumno entregue un examen en blanco a los 5 minutos de haberlo repartido...Supongo que esta es la realidad a las que nos futuros docentes nos enfrentamos, pero desde luego sigo pensando que algo falla.
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