Tengo que decir que pensaba que todo este periodo iba a ser más llevadero que el inicio del curso pero por un lado tenía ganas de finalizar esta etapa aunque con una gran tristeza dentro.
En dos meses es increíble el cariño que se puede tener hacia un grupo de alumnos en los que se puede ver posibilidades pero falta de motivación, conocimientos pero pocas ganas de expresarlos, originalidad pero falta de tiempo para ponerla en práctica...En definitiva, un grupo de personas de diversas edades que hacen un gran equipo y que de trabajar en un futuro juntos, seguro que se apoyan muy bien.
Digo esto con conocimientos de causa y es que he podido comprobar que tienen una buena parte crítica: los he responsabilizado de las evaluaciones de los compañeros de algunas partes de la unidad y han sido bastante críticos pero humildes; los he invitado a usar la democracia para decidir el aprobado de una compañera que no había acudido a clase y había presentado los trabajos tarde pero de forma perfecta; han realizado una autoevaluación y no se han dado la máxima puntuación tal y como esperaba...Es en estos aspectos donde se nota el tipo de alumno que estudia Formación Profesional aunque a veces parezca una clase de 2ºESO cuando se comenta un tema tabú.
En esta última clase y puesto que iba a estar dedicada al examen de la unidad que al final decidí sustituir por la elaboración de un vídeo (que tengo que decir que tuvo un muy buen resultado), decidí dejar de lado la programación, las evaluaciones, los ejercicios, las actividades y tener un momento más cercano con los que dentro de un tiempo puede que sean mis compañeros de trabajo. Por ello, e intentando crear un clima de relajación con esterillas, con la ayuda de un alumno que es monitor de gimnasio, explicamos una serie de estiramientos lumbares que seguramente recordaran el día que lleguen a casa con dolor lumbar gracias a los cambios posturales e higienes realizadas de forma incorrecta o por sobrecarga de trabajo.
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| Momentos del taller de cuidado de espalda |
Además de este momento que estuvo lleno de aquejados por tener "la maquinaria oxidada" y por pensar que al día siguiente tendrían agujetas, hubo un corto espacio de tiempo muy reflexivo en el que les entregué una lámina con la descripción que habían hecho de ellos y ellas, sus compañeros (cada compañero definía al resto con 3 adjetivos). Algunos se sorprendieron porque no se veían tal y como los habían descrito, tanto para bien como para mal, pero mi objetivo era que se miraran en "ese espejo" y comprobaran si están transmitiendo a los demás lo que les quieren transmitir.
Fue momento de intercambio de correos electrónicos, de detalles para recordar este breve periodo de tiempo (pero intenso) y de reflexiones sobre el futuro laboral. Pensaba que en hora y media iba a ser imposible pero me siento bastante orgullosa de haber tenido una despedida tan especial en la que no faltó un mensaje de ánimo para todos, tanto de mí para ellos como de ellos para mí.
Simplemente espero que sea el inicio de esta experiencia como docente y pueda volver a pisar el suelo de un centro para poder impartir enseñanza.
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